miércoles, 12 de septiembre de 2012

YO PEDI


Yo Pedí fuerza...
y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.

Yo pedí Sabiduría...
y Dios me dio problemas para solucionar.

Yo pedí Prosperidad...
y Dios me dio cerebro y fuerza para trabajar.

Yo pedí Coraje...
y Dios me dio peligros para vencer.

Yo pedí Amor...
y Dios me dio personas quebrantadas a quien ayudar.

Yo pedí Favores...
y Dios me dio oportunidades.


Todo Sus dones sobrepasaron mis expectativas y
me trajeron la felicidad que no es de este mundo.

martes, 11 de septiembre de 2012

Trastornos de Ansiedad y Depresión


La depresión acompaña frecuentemente a los trastornos de ansiedad. Los sentimientos de tristeza, apatía y desesperanza, las alteraciones del apetito y del sueño, así como la dificultad en concentrarse que caracterizan a la depresión, se unen entonces a los síntomas del cuadro de ansiedad especifico de que se trate y los intensifican.

Tradicionalmente concebidas como dos entidades distintas y diferenciadas, muchos profesionales piensan hoy a partir de investigaciones realizadas en los últimos años, que la ansiedad y la depresión son dos caras inseparables de una misma moneda; al menos en un gran numero de casos.
Datos que apoyan esta idea es el hecho de que entre el 60 y el 70% de las personas con depresión, también padecen de ansiedad y que el 50% de quienes sufren de ansiedad crónica muestran a su vez signos inequívocos de depresión. La coexistencia de ansiedad y depresión, cronifica ambas alteraciones; provoca en quienes coexisten ambos cuadros, mayores problemas laborales y de relación y aumenta significativamente el riesgo de suicidio.
Otros elementos importantes a favor de esta idea son
 1) que el tipo de respuesta y la vulnerabilidad al estrés es idéntica en ambos casos y 
 2) que el tratamiento que mejores resultados obtiene en cuanto a una de estas afecciones, también lo obtiene en relación a la otra. Ya la psiquiatría clásica dio cuenta de este vinculo especial entre ansiedad y depresión al postular la existencia de lo que se denomina depresión agitada, donde los signos de ansiedad extrema acompañan a los de la depresión.

La lógica que subyace a esta superposición de cuadros es la siguiente. Como ya se dijo en el artículo sobre trastornos de ansiedad, ésta es una angustia referida a la idea de sufrir daños o perjuicios provenientes de amenazas potenciales, cuyos efectos indeseables pueden llegar a concretarse en el futuro. Si quien vive esta ansiedad, siente además que la concreción de esas amenazas es segura, que ello será muy grave para su vida y además, que no hay nada que él pueda hacer al respecto, entonces surge la depresión; estando por ello a la vez ansioso y deprimido.
Lo que evita hacer extensivo a todos los casos de depresión la idea de que estos siempre se acompañan de estados de ansiedad, es que muchas depresiones tienen su raíz en el pasado y no en las ideas que la persona pueda hacerse o abrigar sobre el futuro. En otros casos sí y en muchos otros actúan por igual ambas vertientes.
Una vinculación especialmente estrecha entre los trastornos de ansiedad y la depresión se verifica en las fobias sociales, en los ataques y trastornos de pánico y en los trastornos obsesivo-compulsivos; siendo su incidencia en las fobias simples de escasa o de menor significación.


Lic. Ramón Prieto



Gracias a todos los maestros que actuaron para nosotros!!!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Se...

Cuantas veces nos dicen lo que tenemos que Hacer?
Desde pequeños nos van entrenando para hacer lo correcto o lo que es debido para nuestra edad.

Vamos como pasajeros de nuestra vida como si estuviéramos en un tren que ya tiene un destino, nuestros padres ( siempre queriendo lo mejor para nosotros) nos elijen el jardín, el colegio, primario el secundario. A que hora deben hacerse las cosas y a que hora no, cuando es momento y cuando no.Como debemos hacerlo y porque... 
Conclusión terminamos siendo aquello que nuestros padres quieren, lo que la sociedad quiere.
Hasta que en un momento decidimos romper esos moldes que nos ayudaron de alguna manera a sobrevivir, y comenzamos a querer SER nosotros mismos, de eso se trata de SER lo que vinimos a SER (Valga la redundancia) y solo siendo nosotros mismos es que podemos lograr esa felicidad que anhelamos, y tener esa paz interior que todos queremos alcanzar, la realidad es que esa búsqueda de nuestro propio ser a veces es difícil, y se hace arduo el camino que lleva a eso.
Se requiere de mucho valor para hacerlo, todo es un proceso de cambio... dejar de ser orugas para convertirnos en mariposas, desplegar nuestras alas y al fin VOLAR.

Vanesa Perez Gibbons
Counselor