martes, 2 de octubre de 2012

El cerebro no distingue entre dolor emocional y físico


Un estudio encontró que el dolor físico al quemarse y el sufrimiento de un rechazo sentimental activan las mismas redes cerebrales


Tal vez ya lo sabías, pero los científicos acaban de comprobarlo (Getty Images).


En un nuevo estudio, donde se utilizó imagen por resonancia magnética funcional (IRMf), los investigadores han encontrado que las mismas redes cerebrales que se activan cuando sufres una quemadura leve se encienden cuando piensas en un amante que te ha rechazado, publicó Health.com.
En otras palabras, el cerebro al parecer no distingue entre el dolor físico y el sufrimiento emocional intenso. El corazón roto y las separaciones dolorosas son “más que simples metáforas”, dice Ethan Kross, investigador principal del estudio y profesor asistente de psicología en la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ilumina el papel de los sentimientos de rechazo y otros traumas emocionales pueden jugar en el desarrollo de trastornos de dolor crónico como la fibromialgia, indicó Kross. Y agrega que provoca interesantes cuestionamientos acerca de si tratar el dolor físico puede ayudar a aliviar el dolor emocional y viceversa.
“Lo emocionante acerca de estos hallazgos es que delinean el camino directo en el cual las experiencias emocionales pueden ser relacionadas con el cuerpo”, dijo Kross, citado por Health.
El médico y sus colegas reclutaron a 21 mujeres y 19 hombres que no tenían historial de dolor crónico o enfermedad mental, pero que habían sido abandonados por una pareja romántica en los seis meses previos, explicó Health. Los voluntarios se sometieron a escaneos de IRMf –los cuales miden la actividad cerebral al rastrear cambios en el flujo sanguíneo– durante dos tortuosas pruebas.
Primero, una fuente de calor atada al brazo izquierdo de cada sujeto creaba un dolor físico similar al de sostener una tasa de café calientesin el asa. En el segundo, a los voluntarios se les pedía mirarfotografías de sus amores perdidos y eran instados a recordar experiencias específicas que vivieron con esa persona, explicó Health.
Este estudio fue el primero en mostrar que el rechazo puede provocar una respuesta en dos áreas del cerebro asociadas con el dolor físico: lacorteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal posterior. Esas regiones del cerebro se encendieron en el estudio porque el rechazo que los voluntarios experimentaron era inusualmente intenso.
Aunque Kross enfatiza que el estudio es “un primer paso” para comprender la conexión entre el dolor físico y emocional, los hallazgos podrían ayudar a los pacientes de dolor crónico a comprender quelas emociones pueden afectar su condición física, dijo a Health la psicóloga Judith Scheman, directora del programa de rehabilitación del dolor crónico en la Clínica Cleveland.
Los traumas del pasado pueden hacer que la gente sea más sensible al dolor y por tanto, más susceptible a trastornos como lafibromialgia, la cual causa fátiga y dolor crónico, dijo Scheman. Ella y su equipo impulsan a los pacientes con dolor a “explorar su pasado y sus traumas emocionales”, pero muchos se rehúsan a ello.
“Como médica clínica, me gustan los estudios como éste porque los pacientes a menudo no comprenden por qué tienen que hacer trabajo emocional”, dijo Scheman a Health. “Mostrarles algo así les ayuda a comprender que la ciencia está detrás de lo que les pido hacer”.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

YO PEDI


Yo Pedí fuerza...
y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.

Yo pedí Sabiduría...
y Dios me dio problemas para solucionar.

Yo pedí Prosperidad...
y Dios me dio cerebro y fuerza para trabajar.

Yo pedí Coraje...
y Dios me dio peligros para vencer.

Yo pedí Amor...
y Dios me dio personas quebrantadas a quien ayudar.

Yo pedí Favores...
y Dios me dio oportunidades.


Todo Sus dones sobrepasaron mis expectativas y
me trajeron la felicidad que no es de este mundo.

martes, 11 de septiembre de 2012

Trastornos de Ansiedad y Depresión


La depresión acompaña frecuentemente a los trastornos de ansiedad. Los sentimientos de tristeza, apatía y desesperanza, las alteraciones del apetito y del sueño, así como la dificultad en concentrarse que caracterizan a la depresión, se unen entonces a los síntomas del cuadro de ansiedad especifico de que se trate y los intensifican.

Tradicionalmente concebidas como dos entidades distintas y diferenciadas, muchos profesionales piensan hoy a partir de investigaciones realizadas en los últimos años, que la ansiedad y la depresión son dos caras inseparables de una misma moneda; al menos en un gran numero de casos.
Datos que apoyan esta idea es el hecho de que entre el 60 y el 70% de las personas con depresión, también padecen de ansiedad y que el 50% de quienes sufren de ansiedad crónica muestran a su vez signos inequívocos de depresión. La coexistencia de ansiedad y depresión, cronifica ambas alteraciones; provoca en quienes coexisten ambos cuadros, mayores problemas laborales y de relación y aumenta significativamente el riesgo de suicidio.
Otros elementos importantes a favor de esta idea son
 1) que el tipo de respuesta y la vulnerabilidad al estrés es idéntica en ambos casos y 
 2) que el tratamiento que mejores resultados obtiene en cuanto a una de estas afecciones, también lo obtiene en relación a la otra. Ya la psiquiatría clásica dio cuenta de este vinculo especial entre ansiedad y depresión al postular la existencia de lo que se denomina depresión agitada, donde los signos de ansiedad extrema acompañan a los de la depresión.

La lógica que subyace a esta superposición de cuadros es la siguiente. Como ya se dijo en el artículo sobre trastornos de ansiedad, ésta es una angustia referida a la idea de sufrir daños o perjuicios provenientes de amenazas potenciales, cuyos efectos indeseables pueden llegar a concretarse en el futuro. Si quien vive esta ansiedad, siente además que la concreción de esas amenazas es segura, que ello será muy grave para su vida y además, que no hay nada que él pueda hacer al respecto, entonces surge la depresión; estando por ello a la vez ansioso y deprimido.
Lo que evita hacer extensivo a todos los casos de depresión la idea de que estos siempre se acompañan de estados de ansiedad, es que muchas depresiones tienen su raíz en el pasado y no en las ideas que la persona pueda hacerse o abrigar sobre el futuro. En otros casos sí y en muchos otros actúan por igual ambas vertientes.
Una vinculación especialmente estrecha entre los trastornos de ansiedad y la depresión se verifica en las fobias sociales, en los ataques y trastornos de pánico y en los trastornos obsesivo-compulsivos; siendo su incidencia en las fobias simples de escasa o de menor significación.


Lic. Ramón Prieto



Gracias a todos los maestros que actuaron para nosotros!!!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Se...

Cuantas veces nos dicen lo que tenemos que Hacer?
Desde pequeños nos van entrenando para hacer lo correcto o lo que es debido para nuestra edad.

Vamos como pasajeros de nuestra vida como si estuviéramos en un tren que ya tiene un destino, nuestros padres ( siempre queriendo lo mejor para nosotros) nos elijen el jardín, el colegio, primario el secundario. A que hora deben hacerse las cosas y a que hora no, cuando es momento y cuando no.Como debemos hacerlo y porque... 
Conclusión terminamos siendo aquello que nuestros padres quieren, lo que la sociedad quiere.
Hasta que en un momento decidimos romper esos moldes que nos ayudaron de alguna manera a sobrevivir, y comenzamos a querer SER nosotros mismos, de eso se trata de SER lo que vinimos a SER (Valga la redundancia) y solo siendo nosotros mismos es que podemos lograr esa felicidad que anhelamos, y tener esa paz interior que todos queremos alcanzar, la realidad es que esa búsqueda de nuestro propio ser a veces es difícil, y se hace arduo el camino que lleva a eso.
Se requiere de mucho valor para hacerlo, todo es un proceso de cambio... dejar de ser orugas para convertirnos en mariposas, desplegar nuestras alas y al fin VOLAR.

Vanesa Perez Gibbons
Counselor

domingo, 12 de agosto de 2012

Cuando hablan los niños


Al autor y orador Leo Buscaglia, se le pidió que fuera parte del jurado en un concurso.  El propósito del concurso era encontrar al niño más cariñoso. El jurado decidió unánimemente que el ganador fuera un niño de 4 años. Este niño tenía un vecino ya anciano a quien recientemente se le había muerto su esposa. El niño, vio al anciano sentado en un banco del patio, llorando su pérdida. Se fue hacia él y se sentó en su regazo. Cuando su mamá le vio, le preguntó que le había dicho al vecino y el pequeño niño le contestó: "Nada... sólo le ayudé a llorar" 


Debbie Moons, maestra de primer grado, estaba discutiendo con su grupo de alumnos un cuadro en el que estaba pintada una familia. En la pintura había un niño que tenía el cabello de diferente color al resto de los miembros de la familia y uno de los niños del grupo sugirió que el niño de la pintura podía haber sido adoptado. En ese momento una de las niñas dijo: Yo sé mucho sobre el tema de las adopciones, porque yo soy adoptada. Todos se quedaron en silencio, porque muchos no entendían lo que significaba ser adoptado. Uno de ellos preguntó ¿Qué significa ser adoptada?  Y la niña le contestó: “Significa que uno no crece en el vientre de su mamá sino que crece en Su corazón"  
Una niña de 4 años estaba con su pediatra. Mientras el doctor le revisaba los oídos con el otoscopio, le preguntó: -¿Crees que por aquí adentro encontraré al pajarito Abelardo?" La niña permaneció en silencio.
Enseguida el doctor le pidió que abriera la boca y mientras revisaba su garganta le preguntó:
-¿Crees que ahí dentro encontraré al monstruo galletero?"... Y de nuevo la niña no contestó nada.
El doctor puso el estetoscopio en el pecho de la niña y mientras escuchaba su corazón le preguntó: -¿Crees que escucharé al osito Barney ahí adentro? -OH, no contestó la niña, Barney está pintado en mis zapatos. “En mi corazón está Dios”  
Siempre que tengo la tentación de decepcionarme por mi vida, me detengo a pensar en el pequeño Jaime.
Jaime estaba intentando conseguir un papel en una obra de la escuela. Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello pero aún así, temía que no fuera elegido.  El día que fueron repartidos los papeles de la obra, yo estaba en la escuela y vi como Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción. “Adivina qué mamá” me dijo gritando las palabras que permanecerán como una lección para mi: “He sido elegido para aplaudir y animar” 
En Nueva York un niño de 10 años estaba descalzo, frente a una tienda de zapatos mirando a través de la ventana y temblando de frío. Una señora se acercó al niño y le dijo: -Pequeño ¿qué estás mirando con  tanto interés en esa ventana? La respuesta fue: -Le estaba pidiendo a Jesús que me diera un par de zapatos.
La señora lo tomó de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podría prestarle una palangana con agua y una toalla. El empleado rápidamente le trajo lo que pidió y la señora se llevó al niño a la parte trasera de la tienda, se quitó los guantes y lavó los pies al niño. Para entonces el empleado llegó con los calcetines, la señora le puso un par de ellos al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño. Después acarició al niño en la cabeza y le dijo: -¡No hay duda pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora! Mientras ella daba la vuelta para marcharse, el niño la alcanzó, la tomó de la mano y mirándola con lágrimas en los ojos le preguntó: -¿Es usted amiga de Jesús?

jueves, 9 de agosto de 2012

Praxis del Consultor Psicologico o Counselor


Un consultor psicológico en su especialidad, está habilitado establecer relaciones de ayuda psicológica preventivas e interventivas, en las que sirviéndose de la comunicación lingüística sobre la base de recursos provenientes de la Psicología Humanística, intenta en un lapso relativamente corto, promover en una persona o en grupos normales desorientados, sobrecargados, confundidos, en crisis, procesos activos de aprendizaje de tipo cognitivo-emocional en el curso del cual se puede mejorar su disposición de autoayuda, su capacidad de auto dirección, su competencia operativa y el desarrollo de las potencialidades. Esta tarea se puede desempeñar en forma independiente como en instituciones públicas o privadas, tanto en hospitales, clínicas privadas, escuelas, empresas, organismos estatales, etc. 
La consultoría psicológica puede ser abordada y desarrollada desde varias teorías, aún cuando el impulsor y "padre" de la misma haya sido Carl Rogers, esto no quiere decir que todos los consultores psicológicos ejerzan su práctica desde las teorías rogerianas, si bien la base formativa de consultores psicológicos es sobre las teorías rogerianas, luego se inscriben otras teorías que ampliarán el marco teórico y darán un espectro mayor en la aplicación de ayuda al consultante. Es así como la Consultoría Psicológica se enmarca dentro de la clínica de primer grado en la que se abordan las problemáticas antes que se desencadenen mayores patologías, y para ello el consultor psicológico debe conocer en profundidad tanto al sujeto como a la persona que deviene del mismo, sus causas y sus efectos, haber estudiado y tener conocimientos sobre psicopatología y posibles curas aún cuando en Consultoría no se trata de curar sino de brindar un espacio para el desarrollo de las capacidades humanas. En caso de problemas estructurales o patológicos se deriva a psicoanálisis o psiquiatría respectivamente. En colaboración con psicólogos, los problemas que se derivan son aquellos en los que es necesario llevar a cabo una psicoterapia. 
El diagnóstico es un tema que también se aborda y se debe conocer, pero no se trata de hacer un diagnóstico diferencial por el cual el Consultor pueda ordenar un tratamiento, sino que se trata de hacer un diagnóstico presuntivo con el fin de saber a qué otro profesional debe derivar en caso de presentarse un problema que exceda a la Consultoría. 
La Consultoría Psicológica, como su nombre lo indica, recibe a los consultantes que llegan con sus problemas y se trata de ayudarles antes que se desencadenen problemas mayores, en ese período inicial es esencialmente preventivo, en caso de arribar con una crisis mayor, se implementan correcciones oportunas a través de técnicas propicias para el restablecimiento de la persona y sus capacidades creadoras, cognitivas y productivas. Es en este punto donde cada consultor dispondrá de las teorías y prácticas específicas de su formación, es así como habrá consultores que basan su atención clínica en el consultorio bajo las teorías rogerianas, otros pondrán su mayor énfasis en las teorías del Dr. Jacques Lacan, lo cual no significa que hagan psicoanálisis, sino que conocen profundamente las teorías del sujeto como nexo sustentador entre la persona y el ser con su mundo social y su propio mundo individual. Otros lo harán desde la escuela sistémica donde es importante reconocer que el ser humano vive inmerso en un sistema desde que nace, ejemplo: la familia. También existen consultores psicológicos que abordan los problemas de los consultantes a través de técnicas corporales, son los Consultores Psico-corporales y lo hacen a través de técnicas que involucran el cuerpo y la mente, ejemplo de ello es el focusing, aunque esto no significa que quien es experto en Focusing, sea Consultor Psicológico, puede no serlo. 
El campo de la Consultoría Psicológica se despliega entre el mundo social con sus problemas y el mundo individual con los suyos, es allí donde la relación toma una importancia de tal magnitud que no siempre es posible encontrar soluciones con independencia de los aspectos que constituyen al ser humano actual viviente en la cultura que nos contiene. Por eso los consultores psicológicos son el nexo ideal entre los distintos profesionales de la salud mental y la persona que consulta, son los verdaderos expertos en el reconocimiento de las disfunciones antes que degeneren en patologías mayores conteniendo y aplicando la teoría y la técnica que ayuden al restablecimiento efectivo de la persona. 
En otros países se denomina Consejería Profesional, Counselling, Counseling, etc, pero todos éstos términos no alcanzan a ilustrar debidamente la tarea del consultor, hasta la misma palabra Consultoría puede no mostrar realmente todo lo que abarca la tarea misma de la prevención y la intervención en problemas que en la relación de un individuo con su medio social pueda haber, por eso es importante que los consultores psicológicos siempre estén atentos a nuevas teorías, cursos de postgrado,  especializaciones y actualizaciones en el campo de la consulta psicológica, y ningún otro profesional debe sentir recelo de esto ya que de ninguna manera se trata de restar sino de sumar en beneficio de todos. 
Las obras sociales y sistemas prepagos de salud deben incluir a la Consultoría Psicológica en su staff de recursos para la mejor atención de sus abonados y debe ser ejercida por Counselors o Consultores Psicológicos genuinos. Las escuelas primarias, secundarias, terciarias y universitarias, también deben incluir a la Consultoría Psicológica para beneficio de los estudiantes, docentes y familiares de los instituidos, es decir de todos los que asisten a ese establecimiento educativo. También en lo laboral las empresas deben contar entre sus recursos a la Consultoría Psicológica para que la producción sea mejor y desde una perspectiva realmente humanística. 
Clr. Miguel Ángel Arce
Consultor Psicológico
Esp. Desarrollo Personal
marce@clinicamente.com.ar 

lunes, 30 de julio de 2012

Cuatro formas de Tolerar...

Maestro Hsing Yun 

La mayor fuerza de la humanidad no consiste en armas de fuego, puños, ni en un poderío militar, sino en la capacidad de tolerancia. Todo tipo de fuerza debe inclinarse delante de quien tolera.
Hay cuatro principios para la tolerancia:

1. No responder a las blasfemias

Cuando somos insultados, provocados o acusados injustamente debemos responder con el silencio. Si respondemos de la misma forma cuando somos víctimas de la blasfemia, nos igualamos con aquellos que nos insultan, rebajando nuestro nivel. Si nos mantenemos en silencio usándolo como arma contra las blasfemias, evocando la conciencia de quien las pronunció, esta fuerza es, naturalmente, mayor.

2. Mantenerse calmo frente a los infortunios

Cuando nos encontramos con personas que nos quieren incomodar derrumbar u oprimir, debemos enfrentarlas con calma, evitando cualquier confrontación. No responder con un puñetazo cuando se recibe uno, ni responder con un puntapié cuando se recibe otro, pues de esta confrontación nadie sale vencedor. Si la intención es buscar venganza de un odio momentáneo, no alcanzará el éxito de grandes hazañas.

3. Compasión frente a la envidia y el odio 

Frente a la envidia y el odio de otros no debemos responder igualmente con odio y envidia, sino con corazón abierto y alma compasiva, ofrecer nuestra amistad y mostrarles nuestra intención pacífica, demostrando así, con educación, nuestra superioridad.

4. Gratitud frente a las difamaciones

Si alguien lo insulta y difama, no se enoje con quien lo provocó, sino acuérdese de los beneficios que esa persona le proporcionó en el pasado y sea agradecido por eso. Principalmente, no se olvide de que en el fango más inmundo crece la impecable flor de loto. Cuanto más oscuro es el lugar, mayor es la necesidad de mantener encendida la luz del alma. Por lo tanto, ante las difamaciones, aquellos que nos difaman deben ser influenciados con ética, compasión y misericordia; solamente así la superaremos, con moralidad y tolerancia.

El verdadero vencedor tiene la fuerza de la tolerancia y el coraje de asumirla frente a los insultos, opresiones.

jueves, 26 de julio de 2012

Aqui y ahora

Vivir "aquí y ahora" no es fácil de hacer. Estamos constantemente viajando hacia atrás en nuestro pasado recordado o hacia adelante en nuestro futuro imaginado.
Somos tan propensos a la reconstrucción de un suceso pasado, de tal manera, que este en realidad no se alinea con los eventos como realmente sucedieron. Es fácil volver a crear conversaciones en las que nosotros o la otra persona dice o actúa de forma diferente a lo que realmente pasó. Así que no sólo terminamos viviendo en el pasado,sino que a veces vivimos un pasado que nunca existió! o al menos no de la manera en que lo recordamos.
Del mismo modo, cuando empezamos a imaginar algún acontecimiento futuro, lo más probable es que este fuertemente influenciado por nuestros temores y esperanzas. Si bien no hay nada malo en una distracción o en un poco de imaginación acerca de lo que el futuro podría parecer (es decir, ¿qué harías si ganaras la lotería?)
Es fácil de empezar a vivir en una especie de limbo entre el momento presente y el futuro, eso también es algo que aun no existe . Pero bueno, está bien soñar, ¿verdad? La respuesta es que si es hermoso soñar. Pero también lo es estar despierto y sólo estamos despiertos ahora, no cuando nuestros pensamientos de disparan al pasado o al futuro.
Una manera de reconocer cuando estamos abandonando el momento presente es la presencia de resentimiento o temor .Cualquier resentimiento se basa en algo que ya sucedio. Cualquier temor se basa en algo que aún no ha ocurrido. Una forma de minimizar el resentimiento y el miedo en nuestra vida es volver de nuevo al presente. Sólo puede durar un instante antes de que se vuelva a volar en una dirección u otra, pero a veces esa sola respiración conciente es suficiente para romper el ciclo de tiempo antes del improductivo disparo. Como dice el viejo refrán, el pasado es historia y no hay nada que puede hacer al respecto, y el futuro es un misterio que no podemos hacer frente a hasta que lleguemos allí. La única cosa que puede influir es el momento presente. Este es un verdadero regalo, por eso se le llama el presente. 

EL CEREBRO DESPUES DE LOS 50



El Dr. Juan Hitzig es autor del libro "Cincuenta y tantos" Cuerpo y mente en forma aunque el tiempo siga pasando. En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides se lee: 
No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?
Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a  estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que:
"El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que  estás contenta y te hace sentir mejor". 
Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una  realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción  (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de  malestar, enfermedades e incluso de muerte. Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene  memorizar.
Las conductas con R:
Resentimiento,
rabia,
reproche,
rencor,
rechazo,
resistencia,
represión......... 
Son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia  prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el  riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.
·                        
Las conductas R generan actitudes D:
Depresión,
desánimo,
desesperación,
desolación.
En cambio, las conductas con S
Serenidad,
silencio,
sabiduría,
sabor,
sexo,
sueño,
sonrisa,
sociabilidad,
sedación......... son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular.
·                        
Las conductas S generan actitudes A:
Animo,
aprecio,
amor,
amistad,
acercamiento.
Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala  sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre.
Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:
·                         Presta atención a tus PENSAMIENTOS pues se harán PALABRAS.
·                         Presta atención a tus PALABRAS pues se harán ACTITUDES.
·                         Presta atención a tus ACTITUDES porque se harán CONDUCTAS.
·                         Presta atención a tus CONDUCTAS porque se harán CARACTER.
·                         Presta atención a tu CARACTER porque se hará BIOLOGIA.
Practiquemos.  
Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?" 
Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de  ellas lo tiene.  De esa forma nos inundaría la SEROTONINA con todas sus eses, la sonrisa se nos  grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado.  Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones  que quienes envejecen bien son las personas  ACTIVAS, SOCIABLES Y SONRIENTES.
No las avinagradas (que nadie quiere tener cerca).
Empecemos hoy practicando las eses frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud. ¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S?
Suena lógico ¿verdad? 

miércoles, 25 de julio de 2012

El relojero



De esto hace mucho tiempo. Epoca en la que todavía todo oficio era un arte y una
herencia. El hijo aprendía de su padre, lo que éste había sabido por su abuelo. El
trabajo heredado terminaba por dar un apellido a la familia. Existían así los Herrero, los
Barrero, la familia de Tejedor, etcétera.
Bueno, en aquella época y en un pueblito perdido en la montaña, pasaba más o menos
lo mismo que sucedía en todas las otras poblaciones. Las necesidades de la gente eran
satisfechas por las diferentes familias que con sus oficios heredados se preocupaban
de solucionar todos los problemas. Cada día, el aguatero con su familia traía desde el
río cercano toda el agua que el pueblito necesitaba. El cantero hacía lo mismo con
respecto a las piedras y lajas necesarias para la construcción o reparación de las
viviendas. El panadero se ocupaba con los suyos de amasar la harina y hornear el pan
que se consumiría. Y así pasaba con el carnicero, el zapatero, el relojero. Cada uno se
sentía útil y necesario al aportar lo suyo a las necesidades comunes. Nadie se sentía
más que los otros, porque todos eran necesarios.
Pero un día algo vino a turbar la tranquila vida de los pobladores de aquella aldea
perdida en la montaña. En un amanecer se sintió a lo lejos el clarín del heraldo que
hacía de postillón o correo. El retumbo de los cascos de caballo se fue acercando y
finalmente se lo vio doblar la calle que daba entrada al pueblito: un caballo sudoroso
que fue frenado justo delante de la puerta de la casa del relojero. El heraldo le entregó
un grueso sobre que traía noticias de la capital. Toda la gente se mantuvo a la
expectativa a la puerta de sus casas a fin de conocer la importante noticia que
seguramente se sabría de un momento al otro.
Y así fue efectivamente. Pronto corrió por todo el pueblo la voz de que desde la capital
lo llamaban al relojero para que se hiciera cargo de una enorme herencia que un
pariente le había legado. Toda la población quedó consternada. El pueblito se quedaría
sin relojero. Todos se sintieron turbados frente a la idea de que desde aquel día, algo
faltaría al irse quien se ocupaba de atender los relojes con los que podían conocer la
hora exacta.
Al día siguiente una pesada carreta cargada con todas las pertenencias de la familia,
cruzaba lentamente el poblado, alejándose quizás para siempre rumbo a la ciudad
capital. En ella se marchaba el relojero con toda su gente: el viejo abuelo y los hijos
pequeños. Nadie quedaba en el lugar que pudiera entender de relojes.
La gente se sintió huérfana, y comenzó a mirar ansiosamente y a cada rato el reloj de
la torre de la Iglesia. Otro tanto hacía cada uno con su propio reloj de bolsillo. Con el
pasar de los días el sentimiento comenzó a cambiar. El relojero se había ido y nada
había cambiado. Todo seguía en plena normalidad. El aparato de la torre y los de cada
uno seguía rítmicamente funcionando y dando la hora sin contratiempo alguno.
-¡Caramba!- se decía la gente. Nos hemos asustado de gusto. Después de todo, el
relojero no era una persona indispensable entre nosotros. Se ha marchado y todo
sigue en orden y bien como cuando él estaba aquí. Otra cosa muy distinta hubiera sido
sin el panadero. No había porqué preocuparse. Bien se podía vivir sin el ausente.
Y los días fueron pasando, haciéndose meses. De pronto a alguien se le cayó el reloj, y
aunque al sacudirlo comenzó a funcionar, desde ese día su manera de señalar la hora
3
ya no era de fiar. Adelantaba o atrasaba sin motivo aparente. Fue inútil sacudirlo o
darle cuerda. La cosa no parecía tener solución. De manera que el propietario del
aparato decidió guardarlo en su mesita de luz, y bien pronto lo olvidó al ir
amontonando sobre él otras cosas que también iban a para al mismo lugar de
descanso.
Y lo que le pasó a esta persona, le fue sucediendo más o menos al resto de los
pobladores. En pocos años todos los relojes, por una causa o por otra, dejaron de
funcionar normalmente, y con ello ya no fueron de fiar. Recién entonces se comenzó a
notar la ausencia del relojero. Pero era inútil lamentarlo. Ya n estaba, y esto sucedía
desde hacía varios años. Por ello cada uno guardó su reloj en el cajón de la mesa de
luz, y poco a poco lo fue olvidando y arrinconando.
Digo mal al decir que todos hacían esto. Porque hubo alguien que obró de una manera
extraña. Su reloj también se descompuso. Dejó de marcar la hora correcta, y ya fue
poco menos que inútil. Pero esta persona tenía cariño por aquel objeto que recibiera
de sus antepasados, y que lo acompañara cada día con sus exigencias de darle cuerda
por la noche, y de marcarle el ritmo de las horas durante la jornada. Por ello no lo
abandonó al olvido de las cosas inútiles. Cierto: no le servía de gran cosa. Pero lo
mismo, cada noche, antes de acostarse cumplía con el rito de sacar el reloj del cajón,
para darle fielmente cuerda a fin de que se mantuviera funcionando. Le corregía la
hora más o menos intuitivamente recordando las últimas campanadas del reloj de la
iglesia. Luego lo volvía a guardar hasta la noche siguiente en que repetía
religiosamente el gesto.
Un buen día, la población fue nuevamente sacudida por una noticia. ¡Retornaba el
relojero! Se armó un enorme revuelo. Cada uno comenzó a buscar ansiosamente entre
sus cosas olvidadas el reloj abandonado por inútil a fin de hacerlo llegar lo antes
posible al que podría arreglárselo. En esta búsqueda aparecieron cartas no
contestadas, facturas no pagadas, junto al reloj ya medio oxidado.
Fue inútil. Los viejos engranajes tanto tiempo olvidados, estaban trabados por el óxido
y el aceite endurecido. Apenas puestos en funcionamiento, comenzaron a
descomponerse nuevamente: a uno se le quebraba la cuerda, a otro se le rompía un
eje, al de más allá se le partía un engranaje. No había compostura posible para objetos
tanto tiempo detenidos. Se habían definitiva e irremediablemente deteriorado.
Solamente uno de los relojes pudo ser reparado con relativa facilidad. El que se había
mantenido en funcionamiento aunque no marcara correctamente la hora. La fidelidad
de su dueño que cada noche le diera cuerda, había mantenido su maquinaria lubricada
y en buen estado. Bastó con enderezarle el eje torcido y colocar sus piezas en la
posición debida, y todo volvió a andar como en sus mejores tiempos.
La fidelidad a un cariño había hecho superar la utilidad, y había mantenido la realidad
en espera de tiempos mejores. Ello había posibilitado la recuperación.
La oración pertenece a este tipo de realidades. Tiene mucho de herencia, poco de
utilidad a corta distancia, necesidad de fidelidad constante, y capacidad de
recuperación plena cuando regrese el relojero.